sábado, 21 de enero de 2012

1. Despedida



Siempre me ha gustado mi casa del campo, nunca me ha parecido pequeña, cutre, o desagradable, pero por desgracia a mi padre si le parece todas esas cosas, digo mi padre porque vivo sola con el y mis abuelos maternos, la verdad es que si que es algo extraño, vivir sin mi madre y no obstante continuar viviendo con sus padres, cuando era niña mi madre murió de cáncer de pulmón, y desde entonces mi padre y sus padres viven juntos, supongo que para consolarse mutuamente, ya     que ambos han perdido un ser querido.

Esta mañana no hay nadie por las calles de mi pueblo, estoy sola en nuestro banco, el banco en el que nos reunimos todas las tardes, sentada en una esquina, pienso en la razón por la cual mi padre se quiere ir de aquí, i me da la sensación de que no tiene nada que ver con la casa, sino con la gente que vive dentro. Mientras un mechón rubio se me zarandea por delante de los ojos, comienzo a valorar la posibilidad de que mi padre quiera marcharse para olvidarse de ella, y desde luego todo lo que hay aquí se lo recuerda, y es mas no le hecho nada en cara, yo también lo haría si fuera mayor de edad. La verdad es que si se va no me gustaría ir con el, por varias razones pero la principal es que le costaría menos olvidarla si su hija no estuviera presente, y reconozcamos todos que es verdad. Mis abuelos en cambio idolatran todo lo que ella dejó en este mundo, besan el suelo que piso… Me siento realmente extraña, si, es cierto que por supuesto como a todo niño me hubiere gustado tener una madre, pero no la hecho en falta, básicamente porque a penas la conocía, aun que me duele no poder recordar su cara, nunca he visto ninguna foto suya antes de que falleciera porque no quiero que ellos sufran por mi culpa, lo veo una tontería. Sujeto con fuerza el colgante de mi bautizo que ahora uso como pulsera -lo miro- tiene forma de corazón con tres diminutos diamantes en la curva derecha, es de color dorado, el mismo dorado que el de la cadenilla y dentro de el hay una foto de mis padres sujetándome nada más nacer.

De repente alguien deja caer sus manos sobre mis hombros y comienza a deslizarlas por mis brazos hasta llegar a los codos.
-Se rumorea que te vas -comenta a mis espaldas Paul, con su inconfundible y aterciopelada voz.
-Se rumorean muchas cosas, no crees?
-Solo creo, que no deberías irte y dejarme aquí solito… te quiero demasiado como para estar tan lejos de ti tanto tiempo…
-Paaaaul, ya sabes que no me gusta que te pongas tan
meloso -me sacudo hacia delante para quitar sus manos de mis hombros- además como dices siempre, solo son rumores, no es seguro que me vaya.
-Lo se, pero no quiero que lo hagas…
-Shh! Por si acaso aprovechemos el tiempo que nos queda.

Me retuerzo por encima del banco y me coloco de rodillas para poder mirarle a los ojos, me pone las manos en las mejillas, están muy frías, pero claro es invierno, y yo siempre tengo la cara calentita, cosas de familia supongo, cierra los ojos y comienza a acercarse, lo que hace que me ponga roja y por lo tanto con la cara mas caliente, se da cuenta y para. Por el rabillo del ojo veo acercarse a Adele y a Claire, desde siempre mis mejores amigas si nos íbamos ahora eso tendría que cambiar, y no es que me apeteciera mucho la verdad.

-Uy! Venimos en mal momento? -pregunta Claire irónicamente y riéndose por lo bajini.
-Tu siempre llegas en mal momento! -le reprocha Paul, no se llevan para nada bien pero yo los quiero a los dos y odio que se peleen, al menos delante de mi.

Le doy un codazo a Paul por esa fea contestación y me siento sobre el respaldo del banco, Claire aprovecha para sentarse entre mis piernas y quitarle el sitio a Paul, le mira discretamente y le saca la lengua, son como crios! Desde este banco se puede ver la línea del horizonte que dibujan el cielo y el precioso mar, el aroma a salitre llega hasta aquí, me sienta bien despejar la nariz.

-Sabéis si va a venir alguien más? -pregunta Adele tímidamente.
-Lo que Adele quieres decir es si sabéis si va a venir Marcos?-añade Claire con esa delicadeza que la envuelve siempre.

La miro con una sonrisita en la cara, Adele esta roja, no responde, me recuerda un poco a mi, cuando está entre amigas no es tan tímida, pero con Paul aquí, se corta un pelín, si no fuera tan tímida tendría a mas de uno detrás…
Disimuladamente Paul se coloca detrás de mi, me coje de la cadera y empieza a darme cariñosos besos en el cuello.

-Adele! Paul! Eloïse! Adele! Eloïse!

Grita alguien, Paul y yo nos giramos a la vez y vemos a Marcos, como siempre con su bici, se acerca un poco mas y al verme cogida a Paul me pone cara de mala hostia, Paul se da cuenta y me suelta inmediatamente, miro hacia abajo, no me parece justo que Marcos controle así a mi Paul!


Paul y Marcos siempre han sido amigos desde pequeños, y no quiero  que se enfaden por mi culpa, o porque Marcos me considere su nuevo ligue, he hablado con Paul sobre esto miles de veces pero dice que no es mi culpa, que una no elije quien se enamora de si misma… pero aun así, me siento fatal Marcos ha sido como un hermano para mi…

-Hola Marquitos!!! Menos mal me que saludas. -comenta Claire para romper el hielo, aunque de todos modos, la situación esta demasiado tensa.
-Hola Claire! No te había visto ahí tan escondidita.
-Y tu hermana?-añado para seguir con el buen royo.
-Ni zorra, supongo que ahora vendrá.

Miro a Adele, creo que todos la estamos mirando menos Marcos, ella tiene la vista fija en el suelo, y todavía está un poco colorada, me hace mucha gracia.

-Te has hecho algo en el pelo nena? -pregunta Marcos mirando a Adele.

Adele ya no sabe que hacer, donde mirar, esta histérica por dentro, parece que va a reventar.

-M… me he pintad… do un poco l… la cara.-contesta ella como puede.
-Nena? Estas bien? -sigue Marcos.
-Si, por supuesto -añade al fin Àdele con algo de sentido.
-Sabéis quien viene? -pregunta Marcos, y Paul comienza a reírse.
-Otro que tal -comenta Claire.
-Que raritos sois! -susurra Marcos mirándonos mal.

De repente suena una campanita, es un móvil, el de Marcos concretando, lo saca de su funda negra, es un samsung galaxy S negro, toca la pantalla y dice:
-Genial Eddie, Step y Neus están de camino!
-Estupendo solo faltan…! -y me doy cuenta de quienes faltan, Lauren y Isabelle.
-Jajajajajajaja -empieza a reírse Claire.
-Ya estamos… -se queja Marcos.

Pero yo estoy pensando en las posibilidades de quedarse embarazada a los catorze, y no son escasa que se diga. Claire no debería tomarse-lo tan en broma joder… ni si quiera se si llevan condón… y ya me explicas como coño aborta com una madre tan católica… odio a Lauren! Se cree tan mayor… Además le hizo lo mismo a Claire, me contó que él no la dejaba en paz le suplicaba todos los días… y lo peor de todo es que Belle esta convencida de que Lauren es el hombre de su vida…
-Joder -susurro y salto al suelo desde el banco apartando a Claire.

Camino unos metros y saco el móvil de mi bolsillo trasero, un Black Berry curve 8500 blanco, voy a contactos y  hago clic sobre el nombre Isabelle, me pongo el teléfono en la oreja y escucho:

-Beep, beep, beep, beep, diga?
-Isabelle!!!
-Que pasa? No me asustes!
-Llevas el sujetador puesto no?
-Pues claro! Por que no debería de llevarlo?
-Estás con Lauren ahora mismo?
-Si por que lo… a ya entiendo, otra vez con lo mismo eh! Y si quiero hacerlo que?! Y si quiero follar?! Me lo vas a impedir tú?!
-No, relájate es solo que quiero que estés bien vale?
-Estoy bien gracias…
-Cuando pensáis venir?
-No pensábamos ir Eloïse…
-Pues venid porque es importante. Tal vez sea la ultima tarde que nos reunamos…
-Y eso?
-Tu ven, ya te contaré.

Paul se acerca, ha estado esperando a que acabara de hablar, que rico, me coje el móvil y me lo vuelve a guardar en bolsillo trasero, después me recoge el mechón de pelo que tengo sobre los ojos, me lo pone detrás de la oreja, y me pasa el brazo por detrás de la cintura acercándome a su pecho, rígido y sensual, Marcos se pone tenso y mira al suelo, no se si es por lo de su hermana o por que se siente incomodo… por detrás del banco aparecen Eddie, Step y Neus, corro a su encuentro deshaciéndome de las manos de Paul, Eddie, extiende los brazos, me coje y empieza a darme vueltas me agarro a su cintura con las piernas y a su cuello con los brazos, rápidamente veo que Paul sonríe al vernos. Cuando por fin me baja examino su look de hoy, lleva sus Nike azules y marrones, unos pantalones de pana azul marino, una camiseta gris con una frase ingeniosa escrita en el centro de color amarillo fosforescente “fumo porque en el humo creo verte, y por miedo a perderte, fumaré hasta la muerte”, muy bonita, sobre la camiseta lleva un chaleco blanco de Quik silver, y el la cabeza, conteniendo su rubia melena, lleva un gorro también blanco.

-Y bien jefa? -me pregunta con ironía.
-Tuché! Has dado en el clavo! Estas estupendo!
-Gracias pero lo sé.
-Ts… jajajjajaja - y nos reímos juntos.

Neus lleva también un gorro blanco, pero de los lados de este cuelgan dos pompones, y su melena es mas larga, oscura y rizada. Le doy un abrazo y un par de besos. No la conoco tanto como a los demás, hace poco que se ha incorporado en nuestro grupo. Con Step, me llevo bien pero con Eddie es otra historia.
Esperamos a que lleguen Belle y Lauren, y nos vamos todos juntos a la plaza del pueblo, en la que afortunadamente hoy no hay nadie, aunque, todo hay que decirlo, es la hora de la siesta.
-Que era eso que querías decirnos Eloïse? -    me pregunta Belle molesta por haberla hecho venir hasta aquí.
-Que…- miro a Paul, me mira con gesto preocupado temiéndose mi respuesta.
-Que tal vez me… tenga que mudarme,- bajo la vista y nadie dice nada- para ir a la ciudad, con mi padre.

Claire se lleva una mano a la boca, y Belle me da un abrazo, a Paul se le empiezan a asomar las lagrimillas por los ojos, parece que a Marcos también y decide que lo mejor es irse de aquí, coje la bici y se larga sin decir nada más. Se unen Claire y Adele al abrazo, más tarde Eddie, Belle y Lauren, hasta que finalmente solo quedan Paul y Neus fuera del abrazo colectivo.
-Lo sabía,- se le oye decir a Paul por lo bajo- como he sido tan idiota…

Corro a abrazarle, pero el no mueve ni un músculo, no responde a nada, aunque le abrazo y le aprieto, no se queja, ni hace nada está ahí quieto, voy a llorar, joder… porque me hace esto? Porque a mi? Yo le quiero…
Neus me mira de reojo con cara de pena, me siento estúpida en este momento, poco a poco la gente se va, solo quedamos el y yo, está inmóvil, no se ha movido desde que yo he dicho eso… que estúpida, podía haberme callado.
-Paul, por favor háblame…- hasta que no aguanto más, y rompo a llorar como si estuviera tonta.
-Quieres que te lleve a casa?- oigo decir a Marcos con un hilo de voz justo detrás de mi, la BMX está apoyada en un banco.
-Lo siento, pero no puedo dejarle aquí tirado y solo.- digo señalando a Paul con el dedo pulgar.
-Es un idiota, vamos nena, no tengo todo el día…
-Lo siento Marcos pero he dicho que no y es que no.
-Vale, tu lo has querido… me voy.
-No quiero que te vayas, simplemente, quiero que te quedes aquí conmigo hasta que responda a algo, por favor Marcos… desde siempre me has ayudado en todo… considéralo como un favor…
-Mira, lo hago pero por ti eh, ese pingajo me la trae al pairo.
-Gracias- y le sonrío con toda la amabilidad que soy capaz de desprender ahora.

Llevo cinco minutos intentando que Paul diga algo así que me siento en el banco para descansar.
-Es que lo sabia joder- dice Paul de nuevo.
-Mira, lo… lo siento, de verdad, yo no quiero irme, pero esque mi padre, y yo, y mis abuelos, y la casa, y…
-Shh,- dice haciéndome callar- no es tu culpa…
-Vale- empiezo a llorar otra vez.
-Venga, no llores más, y vamos a casa.- me consuela Paul acercándose, me levanta del banco y me pone su sudadera, ahora que me fijo estoy tiritando, me coje de la cadera y empezamos a caminar hacia casa, Marcos nos sigue con la mirada hasta que desaparecemos en la esquina de la calle 5ª avenida. Empieza a nevar y nos metemos en un café, de hecho, el único café que está abierto en navidad.

                                                                            *  *  *

Sentada en el asiento del copiloto, nos acercamos a la salida, pero, quien hay ahí? Mejor dicho quienes hay ahí?
Son mis amigos y sostienen una pancarta que pone

“Ya te estamos echando en falta
 De todos tus amigos; Paul, Claire, Adele,
  Marcos, Lauren, Belle, Eddie, Step y Neus”

Rompo a llorar, bajo corriendo del coche como una posesa, y empiezo a repartir besos a diestro y siniestro. Casi todas las chicas lloran, los voy echar muchísimo de menos, Neus se me acerca, me hecha a un lado, y me dice:
-Mira, yo no te conocía mucho, pero puedes contar conmigo para lo que sea.
-Muchísimas gracias.




1 comentario:

  1. ¡Está muy bien! :D Ya te sigo ;D
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